Su nickname es Paloma

No sé si les había contado de la chica de g+  un espécimen extraño, por los modos con los que a veces me trata y porque, a pesar de que tenemos más de seis meses sosteniendo una relación de investigación mutua, no consigo dar con quién es ella y ella al parecer no consigue dar con quien soy yo. Es como si un día la conociera toda, la intuyera hasta muy similar a mi, pero al siguiente volvemos a comenzar de cero. No sé quién es y por lo que me dice me da la impresión de que tampoco sabe quien soy yo. No la conozco en persona, una vez se lo pedí y me dijo que no. Que ella no le hace a esas cosas. Entonces entendí que es de las chicas tímidas -y por desgracia me emocionan, por algo me gustó Vanessa- que dicen tener sus límites bien marcados pero al primer roce de sensualidad pierden la cabeza y no saben qué hacer, entonces se ponen nerviosas y echan a correr. Y me gusta verlas correr rápido, yendose lejos, pero curiosamente se quedan paradas a mitad del camino, volteando hacia atrás, a la espera de que vaya y las encuentre de nuevo. Entonces en un diálogo imaginario llego hasta ellas, las veo con su cara de asustadas de no-sé-qué-hacer  y les digo: "¿Por qué te fuiste?" y ellas me responden a la defensiva: "Tú te fuiste primero". Pero se quedan, más de lo que a ellas mismas les gustaría quedarse. 

Ella es así. Sé que su nickname es Paloma. En una conversación de madrugada (como nos relaja conversar en madrugada y confesar secretos) me dijo que me había mentido y que en realidad no se llamaba Paloma, que tenía otro nombre. Me dio curiosidad saberlo pero no caí en el juego. "Bueno, para mi eres Paloma" "¿Pero no te interesa saberlo?" al hacerme esa pregunta -y medio conociéndola-, me di cuenta de que en realidad estaba pasando a un nuevo nivel con ella, quizás un poco más íntimo bajo sus términos. "Pues no, te conozco como Paloma". Supongo que se cohibió, o que pensó que me valía madres y ella era para mi un juego porque la ventana del chat se quedó sin respuesta por espacio de diez minutos.  Amo y odio esas pausas en chat, es la mejor forma de llamar la atención (sobre todo cuando tienes a dos pendejas contándote naderías en otras dos ventanas subsecuentes). La esperé. "¿En qué estábamos?" me dijo como si  no lo supiéramos. "En que ya no voy a comer huevo en quince días" le contesté, quitándose notoriedad al hecho. Un día de la semana pasada rompí otra de las barreras, sus barreras. Nos dimos el número de cel. Me enamora (tengo que decirlo) como pone énfasis en sus palabras. Como se nota que quiere pero no quiere, y eso me hace imaginarla como un gatito perdido en la calle, debajo de un coche, pidiendo ayuda. Tiene una ortografía impecable, y casi puedo imaginarla tecleando y borrando cinco veces con enferma perfección. Como pensando qué escribir ahí, que se lea cool, que se lea relajado porque... No vaya a pensar que... lo digo porque casi siempre se disculpa por algo. "No eres convencional, conquistarte a tí debe ser una experiencia estimulante" me texteo ayer comentándome sobre mi cosa con Alexis. Yo, que estaba en el trabajo esperando a Francine para ir a comer, decidí aventarle una indirecta. "Mira qué casualidad, lo mismo pienso de tí" y no me contestó en toda la tarde. Le da miedo. Y eso me gusta. Aquí va el BIG issue. Es mayor que yo, mucho mayor que yo. Tiene 37 años.  37. Un universo de diferencias entre ella y yo. Inclusive entre Vanessa y ella juntas. Mafer me dice que estoy loca. 

¿Qué por qué sé que tiene 37 si ni siquiera me ha dicho su nombre? Porque es la única verdad -quizás- que me ha dicho. Y le creí. Fue una madrugada que estaba triste (y algo neurótica) posteando pendejadas en g+, yo andaba chateando y leyendo pendejadas cuando vi que puso algo triste y a los tres minutos lo había borrado. Creo que estaba medio tomadilla y me dijo que podría ser mi mamá. Me dio risa. Pero me confesó su edad. Entonces entendí muchos de sus miedos. ¡Debe ser duro tener 37! jajaja. Bueno, eso es broma. Le dije que yo andaba con una pocos años menor que ella y que nos llevábamos muy bien. Se sintió un poco mejor y hasta me pasó dos canciones en inglés. Con el paso de los meses me entró la sospecha de que es casada, o que vive con un hombre. Un día se le salió el pronombre "él".  Y eso -aunado a su extraña forma de manejar su inseguridad-  me excitó de una manera medio descontrolada. Entonces, de entre todas las furcias con las que chateo a diario, las que me abordan en fb y que siempre están conectadas en twitter, ella se convirtió en el espacio vacío que no puedo llenar cuando no está. Porque nunca está, sólo aparece en g+ y no cuando quiero que aparezca. Y ¿saben qué pasa? que yo también le he contado muchas cosas (cosas que ni por error he escrito aquí) y ella, en tan poco tiempo, conoce cosas de mí que ni mis amigas más queridas saben de mi personalidad. Entonces ella se convierte en un acto de escapismo cotidiano. Ahora que duermo sola a veces imagino que me abraza en la cama -no la conozco, es obvio, no sé cómo es pero la intuyo de abrazos nobles-. Pienso que ella me lee la mente y me dice: "Cass no hay necesidad de que te preguntes tantas cosas, recuerda que todo esto también pasará" con su voz imaginaria y no sólo en un mensaje de texto como lo hizo ayer. Me imagino que su voz es ronca. Y entonces me dí cuenta de que yo también estoy bajando mi maldita guardia con ella y por eso cuando me emborracho procuro mantener el celular apagado, sé lo que le contaría. A veces me voy mucho, mucho, mucho más allá e imagino cosas... como la primera noche que se quede a dormir en mi cama.